Primero, felicitaciones por ganar nuestro concurso de #laninfaecocryptopoetry. ¿Cómo te animaste a participar? 
Antes que nada, muchas gracias por la oportunidad y la difusión. La verdad es que hacía tiempo que no venía participando en concursos. Pero hace unos cinco meses que vengo atravesando una afección pos Covid, lo cual me obligó a quedarme en casa y me permitió organizar mis escritos. En ese contexto, también pude escribir más y participar en algunas convocatorias. La vuestra, en concreto, me resultó muy interesante por el formato de #cryptopoesía, y por el desafío de expresar y comunicar en tres o cuatro líneas. Por esas razones me animé a participar.

¿Esperabas ganar este concurso? 
En verdad, no. En primer lugar por el sistema de votación en redes, en el que no creí tener una buena respuesta. Y en segundo lugar por la calidad de los textos del resto de los semifinalistas. Además, sentía que mi texto estaba algo alejado de mis producciones habituales; que entiendo son algo entreveradas, más ambiguas y no tan directas. Hasta diría que pesimistas en algún punto. Aunque ahora que lo pienso, tal vez, los versos gustaron justamente por eso.

Se nota que eres un escritor que está adaptado al mundo digital, captaste inmediatamente la naturaleza del concurso y pudiste conseguir los PoeTokens respectivos para resultar ganador ¿Crees que hay una gran diferencia entre el mundo literario tradicional y el digital?
Entiendo que la principal diferencia es la inmediatez, el acceso a publicar y la interacción que permite el mundo digital. Lo cual tiene sus pros y sus contras. En mi caso, que por cuestiones laborales y demás, soy muy desorganizado con los tiempos para escribir, hasta el punto de tener decenas de cuentos y poemas pendientes de revisión y cierre, a los que les doy vueltas y vueltas; las redes y las convocatorias con fecha de entrega, me llevan a trabajar más intensamente los textos y a soltarlos sin tanta revisión.
Además, me permite fácilmente compartir con los lectores y recibir sus devoluciones. Entonces, mucho de lo que publico en redes, con el tiempo lo archivo y lo vuelvo a reescribir o lo incorporo en algo nuevo. De hecho, lo primero que alguien publicó de mi obra fue en el mundo digital, en la revista “El Narratorio.”, una conocida antología literaria digital que se edita desde Argentina. A partir de entonces, tomé confianza para publicar en digital y en físico. Pero esa fue la puerta de entrada.
También es cierto que muchas veces por intentar participar en dinámicas o convocatorias constantemente, uno puede terminar publicando material casi que sin revisar y de dudosa calidad.

Por otro lado, debo decir que el paso previo que me dio la confianza para a enviar material a una convocatoria digital, tuvo que ver con el mundo tradicional. Específicamente con los talleres literarios del grupo Escritores Creativos, coordinados por la escritora y editora Mónica Marchesky. Fue allí, años atrás, dónde por primera vez me animé a compartir mis textos en público, y por supuesto a recibir las devoluciones correspondientes. Fue el puntapié inicial, incluso para comenzar a compartir mis obras en medios digitales. Y al día de hoy, junto con la crítica sin concesiones que me hacen mis compañeros y amigos del colectivo CDTN, siguen siendo fundamentales para pulir mi escritura.

En resumen, creo que lo digital es una buena plataforma de difusión e intercambio. Pero no hay que abandonar el camino tradicional, porque la experiencia mano a mano con otros escritores o lectores, y el aprendizaje, ya sea en talleres o mediante la revisión de lo que uno escribe, es sumamente enriquecedora.

Ésta es una oportunidad que quisimos brindarle al escritor ganador de nuestro concurso para que comparta con nuestros seguidores un poco de su trabajo. Además de tu poema ganador que puede verse como Cryptopoem aquí, nos gustaría que compartas uno de tus poemas favoritos o un extracto corto de otro género con nuestros seguidores.
Gracias por la oportunidad. Les comparto “La muerte del pescador”, creo que representa de buena manera lo que busco en mis textos.

La muerte del pescador.

La náusea asomará desde las rocas
bajo el triste farol y su resaca;
la mañana vendrá con sus cuchillos,
con su aullido fatal,
golpe y estaca.

Los perros ladrarán al caserío,
la barca invocará otra vez la muerte;
no hay ánimo ni pan,
tan solo hastío,
en un terco designio de tu suerte.

Apenas guardarás en la memoria
el aroma de almizcle de un verano,
sus ojos de muchacha
ensimismada,
el adiós como arena entre tus manos.

Verás en un reflejo del pasado
tu cuerpo sacudirse entre las olas,
el aire lacerando
tus heridas,
el eco incierto de las caracolas.

El mar ignorará tanta agonía
y las diez mil botellas que tiraste;
ni un lamento tendrán de tus cenizas,
te pudrirás al sol
como anunciaste.

Estás en Uruguay, ¿Sientes que tu escritura es una escritura que refleja de alguna manera tu país o piensas que nadie podría darse cuenta de que eres de allí al leerte?
Considero que la temática de mis textos, a excepción de algún caso puntual en los que se describen lugares, no necesariamente remiten a mi país. Creo que pueden funcionar independientemente de la referencia geográfica. Sin embargo, en el lenguaje de los personajes, o en el uso de determinadas palabras o la acentuación; seguro que se nota que soy uruguayo. O argentino, más de una vez, luego de leer alguno de mis textos han dado por sentado que soy argentino.

¿Cuáles son tus autores uruguayos favoritos? ¿Cuáles de otros países?
Difícil contestar sin dejar alguno afuera. Si pienso en los autores que me marcaron de pequeño, recuerdo encontrar en casa una especie de librillo con los cuentos “El almohadón de plumas”, “La gallina degollada” y “El perro rabioso” del uruguayo Horacio Quiroga. Lo conocía por “Cuentos de la Selva”, pero fue leer esos cuentos y salir a buscar más. Algo similar me sucedió con Poe, leí “El pozo y el péndulo” en una antología de cuentos de misterio y no pude parar.

Actualmente, autores uruguayos a los que leo y leería una y otra vez son: Felisberto Hernández, Mario Levrero, Benedetti, Enrique Estrázulas (tanto en narrativa como en poesía), Daniel Mella, Felipe Polleri, Idea Vilariño, Cristina Peri Rossi, Gustavo Espinosa, Fernanda Trías. Más dos autores que leí recientemente y que tienen unos libros alucinantes: Rosario Lázaro Igoa, y Pablo Dobrinin.

En cuanto a autores extranjeros, además de Poe, mencionaría a Robert L. Stevenson, Borges, Sábato, Cortázar, César Aira, Piglia, Alejandra Pizarnik, Clarice Lispector, Octavio Paz, García Lorca, Askildsen, Truman Capote, John Cheever, Raymond Carver, John Fante, Bukowski, Camilo José Cela, Javier Cercas, Liliana Colanzi, Kobo Abe, Irvine Welsh, Leonardo Oyola, Samanta Schweblin, Ana Paula Maia, Tomás Downey, entre tantos otros.

¿Piensas que el mundo digital va a cambiar aún más en el futuro las maneras en las que escribimos y leemos?
La manera en que leemos seguramente cambie mucho más de lo que ya lo ha hecho. Desde los formatos y plataformas, hasta los medios de producción y distribución de contenidos. Hasta es probable que se modifique el propio concepto tradicional de la lectura. Pero por ahora me quedo con el lado positivo. Gracias al mundo digital he conocido textos de autores, con obra editada o no, que son una maravilla y que de otro modo no podría haber accedido a ellos. Constantemente descubro personas que escriben cosas extraordinarias, libros que no se distribuyen en mi país, portales que hacen un gran trabajo de difusión cultural, etc. Bueno, el vuestro es un claro ejemplo. Por suerte son muchos, así como mencioné anteriormente a El Narratorio, se me viene a la cabeza Burak Revista. Un espacio cultural web que descubrí hace unos años y que publica textos bellísimos, súper recomendable. En realidad hay infinidad de revistas y portales, y todos valen la pena por el trabajo que realizan, mayoritariamente de forma honoraria.

Pasando a la escritura, creo que también está cambiando. De hecho, está abierto el debate sobre qué cosa, de todo lo que se puede encontrar en el mundo digital, es literatura o no. Al punto de que algunos, de forma despectiva, sostienen que actualmente hay más escritores que lectores.

En tal sentido, creo que el desafío es no quedarnos atados a los formatos de las redes más utilizadas, que terminan condicionando lo que escribimos hasta por una cuestión de extensión. Sino aprovechar la facilidad de acceso e intercambio para leer lo que se escribe del otro lado del mundo e intercambiar puntos de vista con escritores de otras culturas, con distintas experiencias que puedan volcarse en mejorar nuestras propias producciones. Luego, el mercado editorial y las librerías, sin duda se han ido adaptando y lo seguirán haciendo, sumando valor agregado al mero hecho de vender libros.

En el contexto actual es sumamente destacable el trabajo de las editoriales pequeñas o independientes, de los portales web y de las revistas literarias, que apuestan a lo autores emergentes, que organizan presentaciones, encuentros, talleres, etc.

Más allá de todo, quiero creer que el libro en papel seguirá teniendo su lugar en el futuro, aunque más no sea con ediciones a demanda. Leo bastante en digital, incluso me resultan muy interesantes las obras multimedia cuando conforman una unidad de significados y no cuando se trata de un cúmulo de adornos sobre el texto. Pero soy fanático del libro en papel.

En las redes sociales los escritores de diferentes países conectan su escritura y su lectura con el caminar, el conversar… En el ensimismamiento de un café o una meditación de la naturaleza. Pero en tu caso ¿Cómo concibes tu propio espacio de inspiración literaria?
Para ser sincero, no tengo una metodología establecida, ni un lugar destinado a la escritura. Lo cual en parte considero un error y estoy tratando de corregir generando el hábito de dedicarle días y horarios fijos. En tal sentido, los talleres me ayudan a generar el compromiso de entregar textos regularmente. En general aprovecho los momentos libres, y las ideas surgen en cualquier lugar. En el viaje de ida y vuelta al trabajo, en una conversación que escucho o veo, en la sensación que me deja una lectura o una película… Aunque muchas veces es la propia necesidad de escribir la que va dando forma a una idea o texto más elaborado. Considero que la inspiración es importante, pero son contadas las ocasiones en que un texto sale entero y redondo gracias a ella. Siento que puede definir un buen inicio, cierre, como puede destrabar un desarrollo que estaba estancado, pero esto debe acompañarse trabajando el texto, revisándolo, reescribiéndolo. En definitiva, siendo poco original, diría que inspiración sí, pero trabajo y disciplina mucho más.

En lo personal, me encuentro en la búsqueda de un estilo propio y de una estética que hasta el momento es más bien ambigua y difusa. Para darle forma voy más por el lado del trabajo y la perseverancia que por el de la inspiración. En cuanto al intercambio de ideas con otros escritores, nacionales o extranjeros, para mí es fundamental. Ya sea en talleres, encuentros o presentaciones; siempre es bueno compartir, recibir devoluciones sobre nuestros textos y sobre todo escuchar a otros escritores hablar sobre sus obras y métodos de escritura.

Yo aprendo muchísimo y tomo muchas ideas del taller en el que participo, simplemente escuchando lo que escriben mis compañeros.

¿Cómo pueden los lectores seguir leyéndote?   
A través de mi cuenta de Instagram en la cual, además de publicar algunos textos, subo los enlaces a las publicaciones de las que participo. También desde mi blog personal, un espacio que vengo reflotando en los últimos meses. En Uruguay pueden encontrarme, actualmente, en la edición 2021 del libro “eCreativos. Selección de cuentos.” de MM Ediciones, publicado recientemente.

¿Qué mensaje tienes para otros escritores de otros países del mundo?
Más que mensaje me gustaría agradecerle a los escritores reconocidos, pero también a los que, como yo, todavía están buscando su lugar. Agradecerles por compartir sus obras y sus experiencias, y por permitirnos aprender de ellas.

También decirles que no dejen de leer los diferentes portales y revistas digitales, ya que allí se descubren grandes escritores. Me da la impresión que muchas veces estamos tan preocupados por las reacciones a nuestros propios textos o por si son seleccionados o no para una publicación, que pasamos de largo sin detenernos en lo que otros escriben. En definitiva, les pediría eso, que compartan, que interactúen con otros escritores, que lean y escriban mucho, lo más que puedan.


Diego Vidal Santurión (Uruguay, Montevideo, 1981) cursó estudios de Historia y Literatura en el Instituto de Profesores Artigas. Actualmente integra el grupo Escritores Creativos de Uruguay, y la Comisión para las Artes del Club Del Trompa Negra. Ha publicado poesía y narrativa en revistas digitales y antologías físicas de Latinoamérica y España. Sus cuentos, micro relatos y poemas han obtenido menciones en Uruguay, Argentina, México y España. También ha participado en Slams de poesía. En el 2021 fue ganador del concurso #laninfaecocryptopoetry de la revista internacion La Ninfa Eco con sede principal en Oxford en el que participaron escritores de distintos paises de Latinoamérica, Europa, Estados Unidos y el Reino Unido.

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