Por Malu Kruk

Entre las novedades de este año, nos encontramos con El amor es un recuerdo de otros (Peces de Ciudad Ediciones) de Lucía Gris. La autora, Lucía C. Gris, quien es correctora literaria de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y profesora de Lengua y Literatura, piensa su poemario a partir de tres ejes conceptuales: duelo, trasmutación y amor.

Los versos de Lucía se asemejan al punto delicado de un tejido, “Escribo para recuperar tus manos /para la fugacidad que ya se vuelve a ir”. Anudan de historia a historia, de palabra a palabra, para construir varios escenarios: el del desamor y el del recuerdo que se conjugan en la figura del río que es, no solo un símbolo geográfico y poético, sino la excusa para nombrarlos.

Los poemas se conforman en un locus amoenus particular, en un desarrollo de la autora quien tiene la agilidad de reconocer, en ese hábitat, tanto la flor del pantanal, como las manos, el jengibre, el cielo, la luz… El yo poético configura así una fuerza que parecería ser más que una voz, ya que emerge de la naturaleza, con toda la impronta de su levitación, su color y su propuesta.

Esa fortaleza no teme a la honestidad de lo que siente, más bien se entrega con la certeza propia del abismo y de la fe, en “un caos de ternura / el primer abrazo a medio camino / todas mis puertas sin llave”.

La voz poética convoca, a través del lenguaje, a la otredad, al ser amado. Las palabras serán las protagonistas de este desfile en el que no faltarán las texturas, los aromas y los relieves: “(…) amaba tu rostro perdido en mis historias / Te debo la mitad de todas las conversaciones”. Pero en este lenguaje que propone la poeta, también es el silencio el que se erige como matriz, como núcleo fundante, “Hemos construido un idioma de silencios / de sonidos que significan cosas desconocidas”.

De esta forma, como sostiene la propia autora, “este libro está repleto de desamor, el título lo predice: de pérdidas, de la sensación del para siempre arrebatada… Pero también es de amor, y del después del dolor, del tiempo en que se recuerda con ternura. Habla de mí, de la experiencia de los que aman, de mi pueblo, de las secuelas que dejó la crecida del 2015 [1] y de la reconstrucción después del agua, en clave poética, como una gran analogía del río y uno mismo”.

Los poemas del libro se encuentran separados en dos divisiones. En «Una luz ajena», que describe y reconoce este paisaje de desprendimiento amoroso de forma deductiva: “Cae la noche / igual que un abrigo en los hombros desnudos / también el día se fue desnudando de esperas / y el camino”, y, por otro lado, en «Las mañanas que no vivimos», que enuncia las certezas del desencuentro de manera inductiva: “Ahora que todo florece sol / has vuelto silencioso / y yo te siento avanzar/ como un presagio”.

Así como el río nos escolta el mar, estos dos ejes nos llevan a pensar en el amor y en su desfondamiento, ¿Dónde desembocaremos con lo que nos dejan después de la experiencia amorosa?

Como corolario, el yo poético se posiciona contundente, “y aunque te llame / ya no conocés mi nombre / El amor es un recuerdo de otros”. Esta composición que pasa de liana en liana, alcanzando uno y otro poema, en el cual las palabras y su música se derraman como los jardines ante el sol, se ofrende; “La vida es el río que reclama bajo el puente”, tal es su cosmovisión. No es el puente lo que nace, sino su tenue demanda subterránea, lo oculto que no deja de manifestarse.

Lucía nos señala, finalmente, donde debemos prestar atención.


[1] Se refiere al temporal que aconteció en Córdoba (Argentina) en el cual cayeron 300 milímetros en una zona donde al año llueven un promedio de 800 milímetros


Selección de poemas:

Llovía,

y el sol quemaba los caminos a tu cuerpo,

la espera era azul,

igual que un fuego que olvidó su calor.

A cambio de todas las señales,

de los abrazos que se pagaron en horas,

de las cosas que nadie se atreve a borrar,

la memoria ha caído en un pantano,

y aunque te llame

ya no conocés mi nombre.

El amor es un recuerdo de otros.


La lluvia se parece a los planes de verano sin cumplir,

al camino de regreso,

a las mañanas que no vivimos,

o a esas publicidades subliminales

con las que nos hacen creer que seremos más felices,

porque no se animan a mostrar de frente la tristeza.

Igual que el amor.


Un cielo bicolor habla de futuros,

lo beben tus ojos,

y el agua nada tiene de mí,

ni se parece a la que nos tocaba en la lluvia,

pero avanzaba tan despacio,

completa de noches,

masticando las nubes por la sequía de mañana.

Aguarda lo que nunca llega

y siempre pasa.

En la tarde

el río serpentea tu boca,

como el cauce de otras risas.


Todo está del otro lado,

es aquello que no vemos

porque nos ciega.

Caemos

palabras húmedas,

agarrados apenas a los párpados,

sintiendo en el vacío

el impulso de saltar

y volver atrás.

En la caída,

                       solo el final.


Veíamos el cielo

como quien ve algo que no le pertenece,

una luz ajena,

no creímos que detrás se gestaba una guerra luminosa,

un sol nocturno

martes a la madrugada,

rutas de acceso a las tierras sin mapa,

historias de ejércitos que,

                                      después de perder,

se hicieron flores, pájaros,

sueños partiendo en mil aquel lejano cielo.

Nada fue azul,

límpido

solo avanzar,

fue

un caos de ternura,

el primer abrazo a medio camino

todas mis puertas sin llave.


Biografía de la autora:

Lucía C. Gris (Argentina, 1988) es poeta, correctora literaria (UNC), profesora de Lengua y Literatura. Ha participado en encuentros, jornadas, seminarios y congresos literarios en Argentina Chile, Perú, Ecuador y México. Escribió la “Nota introductoria a Cuentos de la Selva”, Horacio Quiroga (Ed. Acercándonos, 2015). Es coautora de los textos: “Spleen y libertad: diálogo entre Charles Baudelaire y Émile Nelligan”, Actas de las IX Jornadas Nacionales de Literatura Comparada (UNL); “La hibridez, cuerpo y memoria de dos culturas”, para las XXIV Jornadas Nacionales de Literatura Francesa y Francófona. Y de los libros: “Atávico” (Ed. Gráfica 29 de mayo, 2017) y “Salto a lo indecible”, antología poética (Elqui Edición, 2019). “El amor es un recuerdo de otros” (Peces de Ciudad Ediciones) es su primer poemario.

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