
En su primer poemario “El amor que hago para ti” (Reino Unido, Eyewear, 2019), Mariah Whelan (UK) cuenta la historia de amor de un “Él” y una “Ella” que sucede en distintos lugares: Reino Unido, Europa, Japón y Corea del Sur. Además, la historia se encuentra situada en un contexto de recesión y crisis económica de la ciudad natal de los protagonistas.
La primera cuestión que captó mi atención fue el título: “El amor que hago para ti” [The Love I do to You]. Desde el título, la autora nos arrastra a un mundo de percepciones torcidas. Es desde ese momento que como lectores empezamos a ser desviados, mal o bien guiados, a un acercamiento sofisticado de las emociones.
Después de mis pensamientos iniciales, empecé a mirar los colores de fondo de la portada del libro: un fondo rosa con líneas rojas más oscuras, y letras blancas y negras sobre el mismo. Uno podría decir que esos son los típicos colores usados para las historias de amor. Pero si miramos con detenimiento, vemos que hay rutas y un mapa. Si miramos, incluso, con mayor detenimiento, si tomamos una lupa más potente, vemos que también hay letras japonesas cerca de perderse en ese paisaje. Después de un tiempo, empezamos a tener la sensación de que ésta no va a ser la típica historia de amor llena de clichés. Lo que parece simple es solo un mecanismo de la autora para esconder una complejidad mayor.

No solo la historia, pero también el género y la estructura parecen más simples de lo que en realidad son. Esto no es un poemario. No es poesía desnuda: la estructura es similar a la mayoría de las obras de Shakespeare. Está dividida en 3 partes, y estas partes tienen alrededor de 60 sonetos de características similares entrelazados entre sí. En cuanto a este proceso de escritura, la misma autora se refiere a él, en una entrevista con Niall Munro para un podcast de Oxford Brookes University, en el que menciona: “Necesitaba esa estructura porque los límites que nos otorgan las formas poéticas pueden ser increíblemente productivos a la hora de crear”.

En la primera página del poemario/novela, vemos un mapa de Newcastle upon Tyne –lugar muy conocido por la autora porque solía vivir allí–.
Al lado de esta imagen, encontramos el primer poema de la colección. Vale la pena mencionar que cada poema de esta colección tiene el nombre de un lugar, y este se llama: “La estación de buses, “St. James Boulevard. Newcastle Upon Tyne” [The coach station, St. James Boulevard, Newcastle Upon Tyne].

Leyendo el poema nos damos cuenta de que el pasado que la voz poética quiere dejar atrás está materializado en el tenso sonido de las palabras iniciales, “crujir” [crunch], “zona de espera” [concourse], y “Rebotar” [ricochet]. Desde esas palabras incómodas iniciales, desde el rígido sonido que provocan, parecido a unas papas fritas que se rompen cuando se mastican, la autora nos transmite un pasado intolerante; pasamos de esta paleta de sonidos del poema a sonidos relajantes y deslizantes de las palabras de los versos que prosiguen, tales como “florecer” [bloom], “afuera” [away], “bote” [boat], “lazos” [loops], las cuales anteceden a una utopía disfrutable y fácil de un futuro desconocido.
Pero este mundo ‘mejor’ es aún una fantasía, no se conviritó en una realidad fáctica; y la autora controla, de una manera extraordinaria, cada movimiento de cada sonido, palabra, verso, estrofa y soneto. Menciono cada uno de ellos porque así de exhaustivo es este trabajo, esa es la aproximación a los detalles que tiene y las restricciones genéricas que lleva consigo.
Hacia el final del primer poema, vemos que la voz poética se va: “me estaba escapando de ti/el río debajo nuestro respiraba como respiran todos los ríos” [I was getting away from you/ the river below breathing as all rivers do]. Esta oposición entre quedarse/irse, convierte al ‘irse’ en una puerta para un mundo mejor que el que deja atrás.
Los mapas, las descripciones de la naturaleza, los detalles arquitectónicos: todo se une en algún punto en esta novela que cuenta con una fusión génerica. Los personajes, los estilos, las voces…. son piezas de un puzzle que eventualmente se van a unir para crear un paisaje.
La naturaleza es tan vívida en los poemas de Mariah Whelan que es casi un personaje en sí mismo. De alguna manera, los ríos tienen un rol protagónico en el libro, tanto pasivo como esencial: “recuerdo los ritmos del agua” [I remember the rhythms of water]. Los ríos están presentes en todas las ciudades del poemario/novela, y los atraviesan para formar parte de un esqueleto narrativo que respira detrás de los poemas.
Este trabajo explora las emociones humanas a través de una paleta de voces de los personajes, en sus intentos más o menos fuertes, más o menos débiles, de amar.
Por otro lado, la novela cuenta con una perspectiva femenina y masculina del sexo y las relaciones, de las transacciones de emociones a través de la historia familiar y la cultura. Y estos intentos encuentran distintas formas, desde frías y desprendidas formas de amar: “hasta que me besaste, ‘para callarme’” [Until you kissed me, ‘Just to shut you up] hasta momentos de cruda honestidad: “No fui la primera persona en romper corazones/conozco gente que lo hace todo el tiempo y no les cuesta nada” [I wasn’t the first person to break a heart/I know people do it all the time and it costs them nothing], llegando incluso a intentos por resolver, de alguna forma, este rompecabezas: “En el aeropuerto me preguntaste: “¿La amas?/Yo contesté: Aún no” [Do you love her?’/ I answered, ‘Not yet.’].
Ésta es una historia de amor de un ella y un él, pero podría ser un tú, ellos, yo: “había algo con su mirada/en la intimidad de las multitudes que nos permitió esto” [‘something about her eyes/the intimacy crowds afford us].
Al viajar por la vida de estas voces no silenciadas, dándoles espacio para que muestren su inestabilidad y torpeza, y para acercarse entre sí, esta serie de poemas nos ofrece la potencia de un rayo de conflicto que nos puede quebrar y hacernos replantear nuestras vidas, usando la miseria y la aflicción como método para lograrlo.
Mariah Whelan (UK) es una poeta, profesora e investigadora de Oxford. Se graduó en Queen’s University Belfast y en la Universidad de Oxford. Su primera novela realizada en sonetos se llama the love i do to you (Eyewear, UK, 2019). Muchos poemas de esta novela fueron premiados por The Bridport Prize, The Melita Hume Prize y the manuscript won the AM Heath Prize. Actualmente, se encuentra enseñando escritura creativa y terminando su doctorado en The Centre for New Writing en la Universidad de Manchester, investigando sobre trauma en la literatura contemporánea irlandesa. Además, es la co-directora del proyecto multidisciplinario ‘Truth Tellers’ auspiciado por King’s College (Londres). También fue directora de la organización Oxford Writers’ House en Oxford, y actualmente es co-editora de la revista literaria bath magg.