Lo que aprendí de El Salvador

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En enero tuve la oportunidad de viajar a El Salvador junto a Vanessa Rojas, mi compañera en el podcast Ninfa Desde las Márgenes. Mientras íbamos en el avión, ambas caímos en cuenta del vacío enorme que teníamos respecto de la literatura de este país. No conocíamos nombres de autores en ningún género ni sabíamos qué movimientos habían calado en la experiencia creativa de quienes escribían. Este vacío se convirtió en una misión, no sólo durante el viaje, sino también para nuestro podcast.

Lo primero que hicimos al llegar fue hablar con un escritor salvadoreño conocido de un amigo mío. Dentro de nuestras conversaciones le pedidos que nos recomendara algunas librerías y que nos ayudara a hablar con algunas escritoras salvadoreñas. Para nuestra dicha, Francisco, como se llama, nos dio el nombre de tres librerías y nos ayudó a concertar una cita con Susana Reyes, quien se convirtió en una de nuestras entrevistadas.

Antes de encontrarnos con ellos, Vanessa y yo fuimos a las librerías. Nos sorprendió que en una de ellas no tenían ningún titulo nacional, ni de hombres ni de mujeres. Por lo general, las librerías cuentan con una sección exclusiva del país o, por lo menos, cuentan con algunos títulos en las secciones de narrativa y poesía. Algo decepcionadas, visitamos la librería de la Universidad de El Salvador. La historia allí fue completamente diferente, pues, al final de la tarde teníamos en nuestras manos un número excesivo de libros, de los cuales tendríamos que escoger alguno para llevarnos a casa.

Después de unos días en El Salvador, nos encontramos con Francisco y con Susana. Junto a ellos hablamos de la vida, la literatura y, por supuesto, de El Salvador. Ellos nos recomendaron algunos nombres y proyectos de investigación literarios de la región, dentro de los cuales resaltaron, enfáticamente, La Red de Investigación de las Literaturas de Mujeres de América Central (RILMAC) (https://rilmac.org). En la noche de ese mismo día, nos reencontramos con Susana, quien nos regaló algunos libros de su proyecto editorial, Índole Editores, y nos contó un poco más sobre su vida y trabajo creativo.

Junto con Vanessa volvimos a casa con la felicidad de haber encontrado lo que estábamos buscando, además de llevar en nuestras maletas alrededor de 15 libros de escritoras salvadoreñas. Esto nos llevó a pensar en la importancia de generar cartografías literarias de escritoras, sobre todo porque El Salvador no era el único país del que conocíamos muy poco. Este pensamiento que nos permitió explorar por dos meses nombres, títulos, pensamientos y estilos de diferentes de varias escritoras salvadoreñas.

Durante este tiempo tuvimos la oportunidad de leer cinco libros, entrevistar a tres escritoras, explorar las vidas de otras trece y adentrarnos en un generó que no habíamos explorado: la dramaturgia. Y, entonces, ¿con qué me quedo de todo este proceso? Pues, bueno, les cuento un poco.

Antes que nada, he de decir que los temas son inevitablemente universales. Borges ya lo había dicho en algún momento y yo sólo logré corroborarlo. La razón por la que digo esto es porque un tema muy presente en los libros que leímos, y con las escritoras con las que hablamos, era el tema de la guerra y la memoria histórica. Los duelos y los dolores que vivimos como sociedad son muchas veces expresados en la literatura a través de textos con una sensibilidad única.

Un ejemplo de ello fue la posibilidad de leer Roza, tumba, quema,de Claudia Hernández. En su novela nos encontramos con una historia enmarcada en el contexto de la guerra en El Salvador, la cual trasciende generaciones y afecta nuestras formas de relacionarnos con los demás, incluso después del fin de esta. Otro ejemplo fue nuestra conversación con Jorgelina Cerritos, en el cual tuvimos la oportunidad de charlar sobre el rol del arte en los procesos de memoria histórica y la forma en la que el teatro construye procesos de dialogo. Ambos textos fueron para mí un recuerdo constante de la eterna guerra colombiana que, incluso, podría ser una experiencia internacional, pues, la guerra es guerra sin importar donde suceda.

El segundo punto con el que me encontré fue el de la intimidad y las relaciones humanas. En este caso, todo sucedió alrededor de los libros y las lecturas que tuve la oportunidad de hacer a Jacinta Escudos y Susana Reyes. Ambas escritoras me permitieron explorar las sensibilidades de un ser humano desde la cotidianidad, así como desde las preguntas más trascendentales de la vida. Para ejemplificarlo de una mejor manera, me gustaría compartir con ustedes unos versos escritos por Susana:

Miras y un grano de arena se multiplica
y su multiplicación es la superficie de tu mano
y tu mano la medida de todas las cosas y el espacio
Y el espacio como una danza de granos de arena
que se agrupan, se extienden, se enfilan y se escurren
por el hueco de tu mano que es el tiempo.

Por último, me quedo con la sensación del trabajo que falta por hacer. En nuestra investigación conocimos a Consuelo Suncín, esposa del afamado escritor de El Principito, Antoine de Saint-Exupéry. Consuelo escribió un libro llamado Memorias de la Rosa, el cual relata la relación que ella y su esposo mantuvieron. Curiosamente, tanto ella como el libro son poco conocidos. Esto sólo me lleva a pensar en la necesidad por hablar más de las mujeres escritoras en la historia y de la importancia por resaltar aquello que han escrito y están escribiendo. Lo bueno es que, con Vanessa, tenemos material por muchos años para mostrar en nuestras redes y charlar en nuestro podcast. Lo malo es que esto continúe siendo necesario.

De El Salvador me llevo el deseo por seguir aprendiendo y conociendo literatura escrita por mujeres, así como también un recuerdo para mí misma de que, a pesar de las diferencias, en Latinoamérica compartimos una historia que nos une en distintos niveles, una historia que puede ser experimentada desde la literatura y desde las preocupaciones de las autoras que nos permiten acceder a sus ideas, historias, memorias, a través de sus voces creativas.


Para seguir este viaje literario, pueden acceder al enlace del Instagram de la Ninfa Desde las Márgenes (@ninfadesdelasmargenes) y a escuchar nuestros especiales de la literatura salvadoreña:

La Literatura como registro:

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La Audiencia de los Confines:

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