Marina Azuela (México, 1960) tiene una herencia familiar realmente fascinante, ya que por sus venas recorre parte de la historia cultural de México. En primer lugar, es nieta de Mariano Azuela, uno de los fundadores de la literatura de la Revolución Mexicana. Mientras que, por otro lado, es hija de Marilu “La muñequita que canta”, famosa y reconocida actriz y cantante mexicana que pertenece a la gran generación de boleristas.
EN LA PLAZA
(Del Poemario Hasta lo hondo)
Ojalá te meta el cuerno torero
este hermoso toro
viva fuerza de la bestia verde
ojalá ya no puedas cobarde
meterte entre corredores
con tus secuaces de muletas rojas
Ojalá torero que te quedes
sin el caballo
caballo ciego
y que el que lo monta
con esa lanza maldita
se pique el alma
para que los borbotones
de toda la sangre
de todos los toros
vengue el día maldito
que inventaron
la fiesta de los toros.
¿Crees que la sensibilidad para componer, escribir y cantar, así como esa característica tuya para alzar la voz y protestar en tus escritos, son herencia de tus antepasados? ¿De qué manera esto ha marcado tu carrera?
En mi sangre corre la memoria de mis antepasados y es a ellos a quienes debo la herencia literaria y musical. Pero jactarse de ello es como presumir del vuelo de los pájaros que pasan por la casa. Siempre lo he sentido como un precioso regalo que la vida me ha dado, sin haber intervenido para nada en ello, y esta certeza se la debo a mi padre, Antonio Azuela.
Quizás lo que tú traduces como protesta en mis escritos provenga, entre otras cosas, de que me contaron la historia de México al revés. Mi abuelo sentía una profunda admiración por Madero y lo mataron, peleó siendo médico con las fuerzas de Pancho Villa y lo mataron y esos asesinos se quedaron en el poder. Cuando llegas a Cuernavaca, lo puedes ver en cal y arena: te recibe por la antigua carretera un monumento enorme de Emiliano Zapata e inmediatamente cruzando la calle el batallón del ejército que otrora lo mandara matar. Los de abajo, es en realidad una crítica brutal contra la ausencia de ideales, contra el salvajismo de los de abajo y la maldad de “los eternos detentadores y verdugos”, los caciques. La revolución por la que él peleó, perdió, pero en la escuela nos cuentan que la Revolución Mexicana ganó y se venera en el mismo altar de los héroes, lo mismo al asesino que a su víctima. Decía mi abuelo que los únicos que lo comprendían eran los poetas.
Por otra parte, mi mamá además de actuar y de cantar, ha gozado toda su vida de la literatura y los idiomas, y uno de sus héroes por antonomasia es Hernán Cortés, que trajo el castellano. Para ella, uno de los momentos estelares de la historia de la humanidad es el instante en que quema las naves y obliga a los españoles a quedarse en nuestras tierras. Mamar estos pensamientos trae sus consecuencias. ¿No crees? Aunado a lo anterior, Marilú se casó en segundas nupcias con el caricaturista David Carrillo, lobo de la política mexicana y pues imagínate escuchar de política todos los días en casa, y de ¡Política mexicana! Pues acabas en la subversión.
Con todo esto, ¿cómo recibes por primera vez esa hoja en blanco: como un compromiso o como una vocación?
Como una diversión. Jugar a las palabras, combinarlas, tejer con ellas, me causó desde niña una profunda extrañeza. Reunir voces que vienen de una mar de muy adentro. Nunca lo viví como un compromiso, sino más bien, como un inmenso placer. Y la verdad es que la literatura me ha salvado. Me ha rescatado de la vida y de la muerte.
Tu poesía ha sido descrita por Vicente Quiroga como “de noble inspiración, profunda interioridad y oníricas semblanzas”. Un encuentro de sensaciones y sentimientos sinceros e intensos. ¿Cómo describirías tu obra?
Pues me siento muy honrada que el maestro se exprese así de mis sueños y además que tú lo rescates, te lo agradezco mucho. ¿Cómo describiría mi obra? Descalza, sin más amuleto que la fantasía.
Tienes en tu haber tres libros de poesía: El Murmullo del Latido, Zonas de Penumbra y Hasta lo Hondo ¿Qué podemos destacar de cada una de ellas?
Los tres libros representan la biografía al desnudo del amor y del desamor. La pintura también palpita por sus páginas, porque conversar con ella, con las formas, los colores, las sombras, me produce una rara comunión que me acerca al asombro. Por ejemplo, Zonas de penumbra lo hice de la mano del pintor y grabador Alejandro Aranda. De su lienzo nacían figuras míticas, árboles parlantes, mujeres de luna nueva, raíces del tiempo del caldero. Por eso le escribí sobre las flores en las faldas del Tepozteco:
Arrójame sobre la mezcla de tu paleta
Y con la yema de tu dedo
Rasga un poco la tela de mi corazón
Lléname de luces
Y disfraza de sombras
Todo mi dolor
Quiero ser tu tinta
Y convertirme en ala
En una nube blanca
En un caballo azul
Déjame subir a tu caballete y posarte mi caracol
Ya que estoy metida
En el tintero de tu imaginación.
¿Qué significa para ti “8 Mujeres”?
“Ocho Mujeres” es un homenaje a las mujeres que me han tatuado el alma. Ellas entraron a mis sueños, tomaron la palabra y se despojaron del velo de la muerte. Al despertar, me llevaron a la fuente de la gratitud.
Y son ocho porque me gusta el número del infinito. Ellas son: Rosario Castellanos, Elena Garro, Guadalupe Amor, Margo Glantz, Nellie Campobello, Amalia Hernández, Griselda Álvarez y Enriqueta Ochoa. Es un ensayo que he tenido la oportunidad de presentar en un formato de lectura en atril sazonado con boleros y trova, en casas de cultura, parques, teatros, museos, etc. Pero nunca lo he publicado.
El peor vía crucis que he vivido es esto de la publicación, pero como te decía, llevarlo a la gente de manera oral, como comenzó la vida de la poesía, ha sido una gran fortuna.
Hasta lo hondo
(Del Poemario Hasta lo hondo)
De qué sirve que me quieras
si no te pierdes conmigo
en una mar de soliloquios,
en un atril de arena;
no te enredas
a las redes de mi almohada;
de qué sirve que me quieras.
Si no descargas tu furia
cabellera de indómitos presagios,
si no arriesgas
al dolor, placer antiguo
del vértigo amoroso…
De qué sirve que me quieras.
Yo anduve lejos,
sola por el prado de las mariposas
acechando al día nublado,
acogiendo una gota de agua entre mis manos.
Yo anduve sola
por el puerto de los huérfanos
en la soledad moribunda del naufragio
como en un burdel de putas mojigatas
porque yo anduve
entre los cascos de las yeguas
como pompa de jabón en adulterio.
Y te digo ahora:
Hoy quiero andar entre los gratos,
los que enseñan que el final
no tiene prisa.
Marina Azuela Herrera (México, 1960) Docente en Bachillerato de Literatura Mexicana I y II y Literatura Universal en el Centro De Arte Diego Rivera INBA. Profesora de Bioética, Editora y Asesora de Contenidos de Educación y Cultura, Coordinadora de Programación del Museo De La Ciudad De México, Directora del Teatro Benito Juárez, Sinodal en CENEVAL, Asesora en materia legal para la Comisión Nacional Para El Desarrollo De Los Pueblos Indígenas y Coordinadora de la Editorial Zócalo en donde se han publicado más de 70 títulos, bajo el sello del Gobierno del DF. Lectora en atril: Gesta en el Arte. Ensayos basados en el libro de su autoría, investigación auspiciada por Conaculta. Parte de la tesis de la obra está basada en que en la mayoría de sus personajes en estudio, además de ser artistas han pasado por la función pública. Ocho Mujeres. Biografía poética, que mediante la lectura dramatizada y la música da vida y reconocimiento a la trayectoria de Amalia Hernández, Griselda Álvarez, Margo Glantz, Pita Amor, Rosario Castellanos, Elena Garro, Enriqueta Ochoa y Nellie Campobello. Tiene en su haber Tres libros de poesía: El Murmullo del Latido, Zonas de Penumbra y Hasta lo Hondo, éste último prologado por el poeta Otto Raúl González, bajo el sello del Gobierno del Estado de México y los dos primeros por la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF. En 2008 la Secretaría de Cultura del G.D.F publicó Memoria y Olvido con las semblanzas de los artistas mexicanos del siglo XX que aparecieron en la Revista El Impresor, acompañados con retratos del maestro David Carrillo. Para la misma editorial se llevó a cabo la selección del libro Fantasías del Intelecto, el cual compila la Carta Atenagórica, La respuesta a Sor Filotea y poesía varia de Juana Inés de la Cruz. En ese mismo año y como un homenaje póstumo al poeta Alejandro Aura, compiló su obra, bajo el título El Sol viene a mi casa. Ha escrito: Poesía, ensayo, biografía y entrevista para el Financiero, el Universal, Plural, Organización Editorial Mexicana, Excélsior, Novedades, Examen, Siempre! El Impresor y en la revista de Trabajo Social de la UNAM. Su poesía aparece en Las Divinas Mutantes (Carta de relación del itinerario en la poesía Femenina de México) editado por la UNAM y La Facultad de Ingeniería del Politécnico Nacional. En la antología Mujeres Poetas en el País de las Nubes, editado por La Cuadrilla de la Langostam1998. Participó en el VI encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el país de las nubes. Se desempeñó como Jurado en concursos literarios del INAPAM., en las ramas de declamación y poesía, así como en el Concurso de Declamación Poética “José Gorostiza” del Instituto Politécnico Nacional, y en fecha reciente en el Concurso de Narrativa Infantil convocado por el ISSSTE para conmemorar los 200 años el Bicentenario. Además, ha formado parte en el Ciclo de conferencias “Voces de vanguardia...forjadoras del siglo XX”, como parte de los trabajos que conmemoraron el Día Internacional de la Mujer. Ha sido invitada a leer su poesía en diferentes espacios culturales, y ha recibido los siguientes reconocimientos: Carabela, Otoño Cultural Iberoamericano por la lectura de su poesía en Huelva, España y Diploma por su participación en el Simposio Internacional de Poesía de Curridabat, en San José de Costa Rica, representando a México. Ganadora en la Delegación de Iztapalapa en la Convocatoria para la presentación de proyectos de difusión cultural y artística con el ensayo Ocho Mujeres.