El acto de escribir. Hoy: Gabriela Guerra Rey. Por Carlos Nuss

¿Qué estás escribiendo en la actualidad? ¿A qué  apunta tu horizonte creativo?

Estoy escribiendo cuentos, siempre estoy escribiendo cuentos o desde hace un tiempo se ha convertido en un ejercicio permanente, como respirar, a diferencia de la poesía que ocurre una vez cada tanto, y siempre tras un golpe emocional grande, como es a veces leer a un poeta que no conocía.

Estoy, sin embargo, metida —en la práctica y mentalmente— en varios proyectos grandes, o que un amigo gusta llamar de largo aliento. Trabajo en una novela, ya escrita. Estoy en ese proceso mordaz de la revisión, de escudriñar errores, de convencerme de que valió la pena, de querer que se lea y estar muerta de miedo, porque se lea. Se trata de una novela epistolar, humana, de vida, de viaje, de pérdidas, de amor, de esperanza.

Al mismo tiempo trabajo en un libro de no ficción, una relato testimonial y reflexivo sobre el encuentro que ha significado la montaña y el deporte para mí. Una elegía a la naturaleza, la vida del hombre, nuestros orígenes y una parodia a la superficialidad del mundo moderno. Un nota inspiradora que invite a retomar el camino de las esencias.

Y bueno, si todo sale bien, si no me paralizo, tengo totalmente estructurada en la cabeza una nueva novela para 2020, para cuando la urgencia me obligue a abandonar todo y regresar a la pantalla y al desvelo.

2. ¿Qué estás leyendo?

¡Uf! Leo muchas cosas diferentes. Leo literatura de montaña, a Cortazar, a Borges también de forma permanente. A Fina García Marrúz; estoy regresando a Carpentier. A Thoreau (Walden, la vida en los bosque). Leo un poco de literatura fantástica, un género en el que soy todavía nueva. Leo a los argentinos, a los españoles y a los griegos, porque acabo de hacer un recorrido por esos países. Leo a Machado y a Miguel Hernández, que son universales. Leo a los amigos, a mi padre, a mis alumnos del taller de creación literaria. Ya casi no leo la prensa.

3. ¿Cuál fue el libro/autor que te decidió a escribir?

Alguna vez me preguntaron qué autor me había inspirado, y mi entrevistador se quejó de que mencioné setenta y tres, dijo entonces. No sé si yo tenga un libro o un autor. Tengo decenas, corresponden a momentos, a edades, circunstancias. A diversas eras y al mismo tiempo. Lo que sí sé es que si pudiera cantar, quisiera hacerlo como Ana Belén; si tuviera la opción, sería una poeta como Martí, y si me dieran a elegir, narraría o versaría a lo Borges.

Yo soy hija de un poeta, no se crece sin que ese hecho sea definitivo en la vida de una; no se pasa sin pasar…

4. ¿Qué libro o autor no hay que dejar de leer?

Esta lista es infinita también. Voy a tratar de ser muy precisa. A Borges, claro: yo emigré a otro país con solo un libro: una antología suya (ensayos, cuentos, poesía). Cien años de soledad, porque te perderías la alta magia y el gran estilo. A Rulfo, cualquier cosa suya. A José Martí (no se puede vivir sin ello). El Principito. A Whitman. A Miguel Hernández. A Platón. Homero. Cervantes. Kafka. Dostoievski. Virginia Wolf. Yo tampoco leí todo, debo tener muchas deudas fundamentales. Hay que aprender más del Asia, del África, tan ajenos para nosotros en casi todo.

5. ¿Qué es el acto de escribir para vos?

Carlos, escribir para mí es TODO. Tengo muchas pasiones, me gustan muchas cosas, amo todas las bellas artes y practico aquellas para las que tengo un mínimo de talento, porque creo que en el arte, la belleza, la naturaleza y el amor están las posibles salvaciones del hombre. Soy una mujer pesimista hacia nuestro futuro, pero amante de la humanidad. Escribir es un acto de gracia, un exorcismo, una necesidad imperiosa, es el dolor y la libertad, lo sublime, lo esencial, la magia, la vida, un grito tremendo que nace en los tuétanos. El origen y el fin. Escribir es ser, es existir. Escribir es también recoger la Historia, contar la tradición, hallarnos a nosotros mismos, descubrir el mundo, viajar en el tiempo, destruir las distancias y las fronteras, acercar las almas, desaparecer las jaulas. Escribir es un auto de fe y un acto de amor.

Gabriela Guerra Rey- Breve biografía

Cubano-mexicana, nacida en La Habana, Cuba (1981). Reside en México. Escribe ensayo, narrativa y poesía. Asesora e imparte talleres de storytelling y creación literaria. Es editora, periodista y dirige la agencia de contenidos Aquitania Storytelling. Autora de: Monte y ciervo herido (Gente Nueva, Cuba, 2010); Nostalgias de La Habana, Memorias de una emigrante (Südpol, Argentina, 2017); Bahía de Sal, Premio Juan Rulfo México (Huso – España y México, 2017-2018); Luz en la piel, cinco voces de mujer (Huso – España 2018). Antologadora de Los cuentos que Pessoa no escribió, antología que celebra el 130 aniversario de su nacimiento (Huso – España y Portugal, 2018-2019). En 2019 publicó Los amores prohibidos de la muerte (Huso – España), primera antología de sus cuentos, y edición argentina de Bahía de Sal (Qeja, Buenos Aires).

http://www.gabrielaguerrarey.com/

 

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